venres, 26 de outubro de 2007

** Comunidades con corazón e esperanza. Parte 3 (última)

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Es importante mencionar el abuso del poder: el profesor que cobra y no asiste a dar clase (un tigre, como dicen ellos), el político que tiene ojos pero debe tener una ceguera mental…, y disculpad por ser tan brusca, pero esta preciosa loma parece abandonada. Imagino que para muchos no son nadie, pues son gente que no existe a nivel oficial, por tanto no tienen ningún tipo de derecho, sus casas están escondidas en medio de la nada, son nada. Que equivocados están, si algunos lo piensan, pues son personas con gran corazón y muchas energías. Nos darían a cualquiera una gran lección de humildad, de sencillez, de cariño, de agradecimiento, de trabajo.

Sigo pensando, a lo mejor equivocadamente, que es necesario, un proyecto, una ayuda intensa, para seguir trabajando junto a ellos por la conciencia de una comunidad y de formación. Creo que he captado, que la solución, en el Valle…no es dar, sino una conciencia de formación e intensificar la constancia de la comunidad, para que juntos luchen por sus necesidades: como decían ellos, por tener caminos, médicos, un profesor que asista a las clases, capilla.

Son comunidades que dependen de un facilitador-a, si falla, cae la red, necesitan tejer ellos mismos, una tela de araña, con más consistencia, una red, con mucha fuerza y espíritu de lucha. Tienen un gran espíritu, pero escondido en el cascarón y debe salir.

Supongo, que, lo que he vivido, lo que he sentido y lo que aquí expreso, tiene mucho que ver con la cultura, la sociedad en la que vivo, por ello, vuelvo a preguntarme, es justo, ¿hacerles conscientes que hay otra realidad que ellos desconocen?. Pues ellos tan solo conocen su realidad y unos cuantos kilómetros a su alrededor, no más. Su situación es la que viven y para ellos es normal, es habitual que un niño o adulto muera por no tener un médico, caminar horas y horas para llegar a un colmado, a un médico…
Su mentalidad es tan diferente, que me cuesta entender ciertos aspectos: que venga el doctor una vez al mes y no asista mucha gente, que algunos padres puedan dejar morir a su hijo/a por no dejar que se lo lleven para que lo curen (piensan que se lo van a quitar); hombres con dos o tres mujeres y entre ellas se conocen y se aceptan (lo positivo que no se pelean e incluso se ayudan, pero ¿dónde está el valor de la mujer?)…


Para finalizar, quiero mencionar algunos aspectos que me han impactado, entre otros muchos:

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    - Las enfermedades del lugar: desnutrición, problemas respiratorios, tuberculosis…
    - Niños desnudos, descalzos, con mosquitos por su cara.
    - Niños casi esqueléticos y algunos adultos. Niños que se mueren desnutridos.
    - Cuando los niños vienen a ti y te dicen tengo hambre.
    - Que mucha gente no coma mas que una comida al día.
    - Su comida básicamente arroz con habichuelas.
    - La gente usa su única ropa para momentos importantes: asistir a misa, a la escuela.
    - El peso que llevan niños pequeños.
    - Las casas, las letrinas, la necesidad de ir a buscar agua fuera del hogar.
    - Sus viajes al mercado, cargados, caminando en muchas ocasiones descalzos, por caminos llenos de piedra, lodo si llueve…
    - La situación de las casas, escondidas en la nada.
    - Cuando te vienen a dar, quizá lo único que tienen.
    - La ansia de los niños de coger cosas que les llama la atención, la plastilina…
    - El que tantos niños, mujeres y hombres no existan a nivel oficial y por tanto no tengan derechos, ni posibilidad de salir de la zona.
    - El cariño con que te reciben, su entusiasmo, las ganas de aprender, el calor que te dan. El dar todo a cambio de nada.
    Tantas cosas, que ahora no escribo, pero que han dejado huella en mi corazón.

    Me voy y ellos se quedan en su tierra, con su vida, con su realidad y nosotros nos vamos bien lejos, a nuestra otra realidad, que necesita quizá, de otras muchas cosas y no tanto material. Me voy con todo el cariño que he recibido de ellos y con una experiencia que quedará grabada en mi alma. Más allá, cruzando el charco, deberé masticar bien, lo aprendido en estas tierras tan lejanas y cercanas a la vez, hacerme consciente y si es posible aplicarlo.

    No me quiero despedir, sin antes agradecer a todos esas mujeres, hombres, jóvenes, niños, niñas, que tanto nos han dado, a cambio de nada. Y también, a todas las personas, que son capaces de darlo todo, de ayudarles, de estar con ellos, para que la esperanza persista y un día, desde su realidad, luchen por una vida mejor.

    Gracias a todas las personas, que independientemente, de su raza, color, religión, luchan por un mundo más justo, más humano, por un mundo donde haya humanidad, por un mundo, donde no se apague la llama del amor, de la esperanza y de la paz.

    Me voy, con ganas de volver, pero nunca se puede decir nada, lo que si puedo decir es que llevo un pedacito de República Dominicana en mi corazón, ojalá nunca olvide, la importancia de ser ante todo persona y luche por mejorar día a día como tal, siendo capaz de dar, de dar a cambio de nada, sólo ser feliz, viendo la alegría del otro. A lo mejor es una utopía, pero nadie nos ha impedido soñar.







RELATO REAL ELABORADO POR: Sonia
Colaboradora habitual de A Lareira Máxica

4 comentarios feitos. Deixa o teu!!!!! :

Anónimo dixo...

Ten que ser unha experiencia moi dura viaxar a sitios coma este e, ó mesmo tempo, unha experiencia inolvidable. Non sei a ónde vai parar a humanidade, de verdade. Non sei por qué os ricos, os poderosos, os políticos torcen a vista e miran cara outro lado. Cándo entenderán que as persoas do terceiro mundo son coma nós, igualiñas. Cándo os países desenvolvidos entenderán que hai que botarlle unha man á esta xente Oxalá haxa esperanza para esa comunidade, de nós depende. Moita xente de aquí pensa que con pagar os seus impostos xa é suficiente, a fin de contas os impostos teñen como finalidade a redistribución da riqueza. É unha xustificación coma outra calquera, facilmente rebatible.Pagamos os impostos porque non nos queda outro remedio senón queremos ter problemas coa Facenda, non é un acto voluntario, nin altruísta. O bonito, o que fai grande a un persoa, é ser capaz de dar, de compartir, desinteresadamente. Gustoume moito o teu relato Sonia, gústame a xente comprometida e solidaria. Espero que nos sigamos lendo neste sitio. Agora que veu o frío é bonito quentarse ó carón desta Lareira, xa sabes, como fai a gran colaboradora María.

Anónimo dixo...

Seguín as tres entregas deste relato. Sinxelamente quedeime sen palabras. E iso sen ter visto in situ o que Sonia nos conta. Se chego a velo. Un saúdo Sonia e gracias por compartir con nós a túa experiencia.

Anónimo dixo...

A verdade é que a experiencia é impesionante, merece a pena. Alégrame moito percibir que isto chega a xente.
Aínda que parece que non, moitas das axudas chegan alá, moitos proxectos.
Sen máis, compartindo cun compañeiro que foi a Bolivia, contoume que un dos hospitais da zona está subencionado en parte pola Xunta, atopouse con nenos que tiñan camisetas enviadas dende Galicia (eran identificadas con facilidade porque proviñan dun colexio en concreto).
Onde eu estiven o mesmo, moitos dos proxectos están avalados por Cáritas de España.
Qué sepades que non todo é pesimismo e non chega nada, non é certo, chega moito, diferente é que en determinados organismos e nos medios de comunicación transmitan unha verdade a medias.
Na zona onde estiven estase conseguindo bastante, pois antes non había comniños, so sendeiros, a auga estaba a moita máis distancia, fixeron un poco común para varias comunidades...
Gracias, por atoparme con xente sensible coma vos.
Sun sonia, aínda que as veces apareza como anónimo. A ver se hoxe consigo enviar o escrito co nome, intentareino.

Anónimo dixo...

A verdade é que a experiencia é impesionante, merece a pena. Alégrame moito percibir que isto chega a xente.
Aínda que parece que non, moitas das axudas chegan alá, moitos proxectos.
Sen máis, compartindo cun compañeiro que foi a Bolivia, contoume que un dos hospitais da zona está subencionado en parte pola Xunta, atopouse con nenos que tiñan camisetas enviadas dende Galicia (eran identificadas con facilidade porque proviñan dun colexio en concreto).
Onde eu estiven o mesmo, moitos dos proxectos están avalados por Cáritas de España.
Qué sepades que non todo é pesimismo e non chega nada, non é certo, chega moito, diferente é que en determinados organismos e nos medios de comunicación transmitan unha verdade a medias.
Na zona onde estiven estase conseguindo bastante, pois antes non había comniños, so sendeiros, a auga estaba a moita máis distancia, fixeron un poco común para varias comunidades...
Gracias, por atoparme con xente sensible coma vos.
Sun sonia, aínda que as veces apareza como anónimo. A ver se hoxe consigo enviar o escrito co nome, intentareino.