Amosando publicacións coa etiqueta O Recuncho Literario. Amosar todas as publicacións
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domingo, 12 de xaneiro de 2014

** A maxia das verbas

Case hai 5 anos que nos deixou o gran Mario Benedetti, pero as súas frases e a súa obra, seguen moi presentes e son inmortais. Que rápido pasa o tempo. Recollín unhas cantas frases e un poema, moi evocadores e cheos de sabiduría, a sabiduría que nos soubo transmitir este grande da literatura e un gran mago das verbas escritas que precisan de ser recitadas en alto.

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Julio Torres



domingo, 22 de abril de 2012

** Los vengadores angélicos

"Le parecía a ella como si durante muchos años hubiera llevado una carga invisible, una prenda a la vez pesada y deleitable. Había tenido la custodia de un tesoro. Pertenecía a él, era suyo por derecho, y lo había sido desde el principio mismo de las cosas; y habría preferido morir antes que haberle fallado o traicionado. Armada siempre, vigilante y alerta, había guardado este tesoro para él, detrás de sus ojos modestos y de sus labios cerrados, como detrás de un velo y de un sello. Se había cepillado su precioso cabello y lo había ocultado bajo su sombrero porque era de él. Había preservado su corazón de toda tormenta, crudeza o amargura porque era de él. "


Karen Blixen
"Los vengadores angélicos"


REMITIDO POR: Alvariño
Colaborador de A Lareira Máxica

sábado, 25 de febreiro de 2012

** Testigo de excepción, de Francisca Aguirre

Un mar, un mar es lo que necesito.
Un mar y no otra cosa, no otra cosa.
Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre.
Un mar, un mar es lo que necesito.
No una montaña, un río, un cielo.
No. Nada, nada,
únicamente un mar.
Tampoco quiero flores, manos,
ni un corazón que me consuele.
No quiero un corazón
a cambio de otro corazón.
No quiero que me hablen de amor
a cambio del amor.
Yo sólo quiero un mar:
yo sólo necesito un mar.
Un agua de distancia,
un agua que no escape,
un agua misericordiosa
en que lavar mi corazón
y dejarlo a su orilla
para que sea empujado por sus olas,
lamido por su lengua de sal
que cicatriza heridas.
Un mar, un mar del que ser cómplice.
Un mar al que contarle todo.
Un mar, creedme, necesito un mar,
un mar donde llorar a mares
y que nadie lo note.

AUTORA DO POEMA: Francisca Aguirre.















RECUNCHO LITERARIO ENVIADO POR: Alvariño
Colaborador de A Lareira Máxica

luns, 17 de maio de 2010

** Un ano sen Mario Benedetti: sentido recordo de A.L.M.


SAN XENXO. Julio Torres

Hai un ano morría dicíanos para sempre adeus fisicamente Mario Benedetti. Un 17 de Maio, un Día das Letras Galegas (no 2010 adicado a Uxío Novoneyra, o poeta do Courel)coma hoxe, triste coincidencia pois é unha data especial e tremendamente importante para tódolos galegos. Benedetti foi un dos escritores máis admirados por moita xente, entre eles un servidor. O mago das palabras, un poeta, un contador de historias con sabias moralexas. En definitiva: un auténtico xenio da pluma e unha gran persoa. Un uruguayo universal. A súa extensa obra perdurará, pero a súa perda foi e seguirá sendo moi sentida. En A Lareira Máxica témoslle adicado moitas frases máxicas e recunchos literarios á súa obra e ó seu legado. Seguirémolo facendo porque a máis dun e dunha nos gusta. Hoxe quixera lembralo co seguinte vídeo. Agardo que vos guste.


martes, 20 de abril de 2010

** A felicidade según Rojas Marcos

A pesar de la obsesión por alcanzar la felicidad que albergamos los seres humanos desde que nacemos, la realidad es que todos venimos al mundo con una predisposición bastante fija e inalterable para sentirnos dichosos. Quizá, por esto, nuestro nivel general de satisfacción o de alegría se mantiene relativamente constante a lo largo de la vida.

Es cierto que casi todos experimentamos altibajos en el día a día. Pero también es verdad que tanto los efectos gratificantes de las recompensas como los desconsuelos que nos producen las adversidades son sorprendentemente pasajeros.

¿Qué podemos hacer para aumentar nuestra predisposición a la felicidad? La receta, en mi opinión, es adoptar una dieta regular de placeres y deleites simples: una compañía agradable, una comida sabrosa, una lectura interesante, un paseo por el parque, un espectáculo entretenido, una música grata, una charla amena o una risa a pierna suelta. A la larga, estos gustos nos mantienen más contentos que cualquier logro impresionante que nos da un impulso temporal. En palabras del poeta libanés Gibran Jalil Gibran, «en el rocío de las cosas pequeñas, el corazón encuentra su alborada y se refresca».


Fragmento do libro de Luis Rojas Marcos: La felicidad ni se compra ni se vende




ENVIADO POR: Mariam
Colaboradora de A Lareira Máxica

domingo, 28 de marzo de 2010

** O don da felicidade

En todos los tiempos, en todas las culturas ha sido constante el anhelo del ser humano por alcanzar la felicidad. Todos aspiramos a la felicidad y la buscamos de mil maneras. ¿Lograremos encontrarla?

Buscamos la felicidad en los bienes externos, en las riquezas, y el consumismo es la forma actual del bien máximo. Pero la figura del "consumidor satisfecho" es ilusoria: el consumidor nunca está satisfecho, es insaciable y, por tanto, no feliz. Podemos buscar la felicidad en el triunfo, en la fama, en los honores. Pero ¿no es todo eso sino pura vanidad, en definitiva nada o casi nada? Otro modo de búsqueda de la felicidad es la autocomplacencia: así, el goce del propio placer, el deseo de perfección o la práctica de la virtud. Aspiramos a la felicidad, pero aspirar no es lo mismo que "buscar" y, todavía menos, que "conquistar", ni fuera ni dentro de nosotros mismos. La felicidad es un don, el don de la paz interior, espiritual, de la conciliación o reconciliación con todo y con todos y, para empezar y terminar, con nosotros mismos.

Para recibir el don de la felicidad el talante más adecuado es, pues, el desprendimiento: no estar prendido a nada, desprenderse de todo. La felicidad, como el pájaro libre, no está nunca en mano, sino siempre volando. Pero tal vez, con suerte y quietud por nuestra parte, se pose, por unos instantes, sobre nuestra cabeza. (...)


Fragmento do libo: El don de la felicidad , do escritor José Luis López Aranguren



TEXTO REMITIDO POR: Mariam
Colaboradora

xoves, 11 de marzo de 2010

** "Una carta de amor"

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,


como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,


todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.


Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,


y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.


UN POEMA ESCRITO POR JULIO CORTÁZAR


martes, 15 de decembro de 2009

** O Recuncho Literario--> Jorge Bucay: Las ovejas

Ola!! Volto por estes lares para coadministar A Lareira Máxica. O Julio non pode administrar a blogue de momento e pediume que lle bote unha man. Convenceume, mais xa hai tempo que non fedello nisto do blogger e pídolle desculpas ao Julio e a vós polos erros que poida facer.

Patri Loureiro



Había una vez una familia de pastores. Tenían todas las ovejas juntas en un solo corral. Las alimentaban, las cuidaban y las paseaban.
De vez en cuando, las ovejas trataban de escapar.
Aparecía entonces el más viejo de los pastores y les decía:
-Vosotras, ovejas inconscientes y soberbias. No sabéis que fuera el valle está lleno de peligros. Solamente aquí podréis tener agua, alimentos y, sobre todo, protección contra los lobos.
En general, esto bastaba para frenar los “aires de libertad” de las ovejas.
Un día nació una oveja diferente, digamos una oveja negra. Tenía espíritu rebelde y animaba a sus compañeras a huir hacia la libertad de la pradera.
Las visitas del viejo pastor para convencer a las ovejas de los peligros exteriores se hicieron cada vez más necesarias. No obstante, las ovejas estaban inquietas y cada vez que se las sacaba del corral, daba más trabajo reunirlas de nuevo.
Hasta que una noche, la oveja negra las convenció y huyeron.
Los pastores no notaron nada hasta el amanecer, cuando vieron el corral roto y vacío.
Todos juntos fueron a llorarle al anciano jefe de familia.
-¡Se han ido…, se han ido…!
-Pobrecitas…
-¿Y el hambre…?
-¿Y la sed…?
-¿Y el lobo…?
-¿Qué será de ellas sin nosotros?
El anciano tosió, aspiró su pipa y dijo:
-Es verdad, ¿qué será de ellas sin nosotros? Y lo que es peor…
¿Qué será de nosotros sin ellas?



Conto do libro: “Déjame que te cuente…” de Jorge Bucay
ENVIADO POR: Alvariño
Colaborador habitual


domingo, 11 de outubro de 2009

** O Recuncho Literario de...Jorge Bucay: autorrechazo

Autorrechazo

Estaba allí desde el primer momento, en la adrenalina que circulaba por las venas de tus padres cuando hacían el amor para concebirte, y después en el fluido que tu madre bombeaba a tu pequeño corazón cuando todavía eras sólo un parásito.

Llegué a ti antes de que pudieras hablar, antes aun de que pudieras entender algo de lo que los demás te decían.

Estaba ya, cuando torpemente intentabas tus primeros pasos ante la mirada burlona y divertida de todos. Cuando estabas desprotegido y expuesto, cuando eras vulnerable y necesitado.

Aparecí en tu vida de la mano del pensamiento mágico. Me acompañaban...las supersticiones y los conjuros, los fetiches y los amuletos...las buenas formas, las costumbres y la tradición...tus maestros, tus hermanos y tus amigos...

Antes de que supieras que yo existía, yo dividí tu alma en un mundo de luz y uno de oscuridad. Un mundo de lo que está bien y otro de lo que no lo está.

Yo te traje tus sentimientos de vergüenza, te mostré todo lo que hay en ti de defectuoso, de feo, de estúpido, de desagradable.

Yo te colgué la etiqueta de "diferente" cuando te dije por primera vez al oído que algo no andaba del todo bien contigo.

Existo desde antes de la conciencia, desde antes de la culpa, desde antes de la moralidad, desde los principios del tiempo, desde que Adán se avergonzó de su cuerpo al notar que estaba desnudo... ¡y lo cubrió!

Soy el invitado no querido, el visitante no deseado, y sin embargo soy el primero en llegar y el último en irme.


...Ampliar/recoller resto do artigo [ +/- ] TRANQUILOS: ¡Non se abre nova ventana!



    Me he vuelto poderoso con el tiempo, escuchando los consejos de tus padres sobre cómo triunfar en la vida.

    Observando los preceptos de tu religión que te dicen qué hacer y qué no hacer para poder ser aceptado por Dios en su seno.

    Sufriendo las bromas crueles de tus compañeros de colegio, cuando se reían de tus dificultades.

    Soportando las humillaciones de tus superiores.

    Contemplando tu desgarbada imagen en el espejo y comparándola después con las de los "famosos" que salen por televisión.

    Y ahora, por fin, poderoso como soy y por el simple hecho de ser mujer, de ser negro, de ser judío, de ser homosexual, de ser oriental, de ser discapacitado, de ser alto, bajito, o gordo... puedo transformarte... en un montón de basura, en escoria, en un chivo expiatorio, en el responsable universal, en un maldito bastardo desechable.

    Generaciones y generaciones de hombres y mujeres me apoyan. No puedes librarte de mí.
    La pena que causo es tan insostenible que para soportarme, deberás pasarme a tus hijos, para que ellos me pasen a los suyos, por los siglos de los siglos.
    Para ayudarte a ti y a tu descendencia, me disfrazaré de perfeccionismo, de altos ideales, de autocrítica, de patriotismo, de moralidad, de buenas costumbres, de autocontrol.

    La pena que te causo es tan intensa que querrás negarme y para eso intentarás esconderme detrás de tus personajes, detrás de las drogas, detrás de tu lucha por el dinero, detrás de tus neurosis, detrás de tu sexualidad indiscriminada.

    Pero no importa lo que hagas, no importa adónde vayas, yo estaré allí, siempre allí. Porque viajo contigo día y noche sin descanso, sin límites.

    Yo soy la causa principal de la dependencia, de la posesividad, del esfuerzo, de la inmoralidad, del miedo, de la violencia, del crimen, de la locura.

    Yo te enseñé el miedo a ser rechazado, y condicioné tu existencia a ese miedo.
    De mí dependes para seguir siendo esa persona buscada, deseada, aplaudida, gentil y agradable que hoy muestras a los otros.

    De mí dependes porque yo soy el baúl en el que has escondido aquellas cosas más desagradables, más ridículas, menos deseables de ti mismo.

    Gracias a mí, has aprendido a conformarte con lo que la vida te da, porque después de todo, cualquier cosa que vivas será siempre más de lo que crees que mereces.
    Has adivinado, ¿verdad?

    SOY... EL SENTIMIENTO DE RECHAZO QUE SIENTES HACIA TI MISMO.
    Recuerda nuestra historia...

    Todo empezó aquel día gris en que dejaste de decir orgulloso:
    ¡YO SOY!

    Y, entre avergonzado y temeroso, bajaste la cabeza y cambiaste tus dichos y actitudes por un pensamiento: YO DEBERIA SER...


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    Autor: Jorge Bucay
    Libro: "Recuentos para Demián"
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RECUNCHO LITERARIO ENVIADO POR: Alvariño
Colaborador habitual de A Lareira Máxica

sábado, 18 de xullo de 2009

** UN MOMENTO PARA A POESÍA

Hoxe quero recordar a un poeta que case sempre pasou desapercebido na nosa literatura, pero que en realidade foi tan importante coma a nosa Rosalía de Castro. Convirtese no representante mais importante da poesía de Vangarda non so en España sinon en Europa. Con Manuel Antonio, surge una nova poesía galega, mais acorde coa modernidade da época, rachando coa poesía romantica e sentimental, que tanto abundaba do seu tempo.

En memoria a este poeta rianxeiro que morreu tan novo, aquí vos deixo un poema del, que tanto me chamou a atención. Debo confesar que costame moito interpretar a poesía de Manuel Antonio, pois está cargada de simbolismo pero este poema sempre me apasionou.


SÓS

Fomos ficando sos
o Mar o barco e máis nós.

Roubáronos o Sol
O paquebote esmaltado
que cosía con liñas de fume
áxiles cadros sin marco

Roubáronos o vento
Aquel veleiro que se evadeu
pola corda floxa do horizonte

Este oucéano desatracou das costas
e os ventos da Roseta
ourentáronse ao esquezemento
As nosas soedades
veñen de tan lonxe
como as horas do reloxe
Pero tamén sabemos a maniobra
dos navíos que fondean
a sotavento dunha singladura
No cuadrante estantío das estrelas
ficou parada esta hora:
O cadavre do mar
fixo do barco un cadaleito

Fume de Pipa Saudade
Noite Silenzo Frío
E ficamos nós sos
Sin o Mar e sin o barco
nós.



OPINIÓN ENVIADA POR: O Moucho
Colaborador habitual de A Lareira Máxica

luns, 18 de maio de 2009

** Adeus a un dos grandes da literatura


Os fieles seguidores de A Lareira Máxica xa sabedes que hai dous escritores moi habituais nas seccións de O Recuncho Literario, na dos relatos e na das frases máxicas. Un é Jorge Bucay e outro é Mario Benedetti. Onte finou éste último, o xenial literato uruguayo que contaba 88 anos de idade. O seu legado perdurará de por vida e é amplo e moi rico. Podería escribir moito sobre Benedetti, pero se queredes máis información tédela aquí. Gustaríame despedilo con un dos seus poemas. Descanse en paz.



UN ARTIGO-OPINIÓN DE: Julio Torres
Coordinador de A Lareira Máxica

mércores, 29 de abril de 2009

** El portero del prostíbulo

Este es un relato de un médico psiquiatra argentino llamado Jorge Bucay. Es uno de los cuentos de su libro “Déjame que te cuente. . .”, que os recomiendo que compréis. El relato aunque ficticio, esta inspirado en muchos casos reales, que no suelen salir a la luz publica. Espero que os guste como me ha gustado a mí.


EL PORTERO DEL PROSTIBULO

No había en aquel pueblo un oficio peor visto y peor pagado que el de portero del prostíbulo. . . Pero, ¿qué otra cosa podía hacer aquel hombre?
De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio. En realidad, era su puesto porque su padre había sido portero de ese prostíbulo antes que él, y antes que él, el padre de su padre.
Durante décadas, el prostíbulo había pasado de padres a hijos y la portería también.
Un día, el viejo propietario murió y un joven con inquietudes, creativo y emprendedor, se hizo cargo del prostíbulo. El joven decidió modernizar el negocio.
Modificó las habitaciones y después citó al personal para darles nuevas instrucciones.
Al portero le dijo “A partir de hoy, usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un informe semanal. Allí anotará la cantidad de parejas que entran cada día. A una de cada cinco, les preguntará cómo fueron atendidas y qué corregirían del lugar. Y una vez por semana, me presentará ese informe cono los comentarios que usted crea convenientes.”
El hombre tembló. Nunca le había faltado predisposición para trabajar, pero. . .
- Me encantaría satisfacerle, señor – balbuceó-, pero yo. . . no se leer ni escribir.
- ¡Ah! ¡Cuánto lo siento! Como usted comprenderá, yo no puedo pagar a otra persona para que haga esto y tampoco puedo esperar a que usted aprenda a escribir, por lo tanto. . .
- Pero, señor, usted no me puede despedir. He trabajado en esto toda mi vida, al igual que mi padre y mi abuelo. . .

No lo dejó terminar.
- Mire, yo lo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Lógicamente le daremos una indemnización, es decir, una cantidad de dinero para que pueda subsistir hasta que encuentre otro trabajo. Así que lo siento. Que tenga suerte.
Y sin más, dio media vuelta y se fue.
El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. Llegó a su casa, desocupado por primera vez en su vida. ¿Qué podía hacer?


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    Recordó que a veces, en el prostíbulo, cuando se rompía una cama o se estropeaba una pata de armario, se las ingeniaba para hacer un arreglo sencillo y provisional con un martillo y unos clavos. Pensó que esta podía ser una ocupación transitoria hasta que alguien le ofreciera un empleo.
    Buscó por toda la casa las herramientas que necesitaba, y solo encontró unos clavos oxidados y una tenaza mellada. Tenía que comprar una caja de herramientas completa y, para eso, usaría una parte del dinero que había recibido.
    En la esquina de su casa se enteró de en su pueblo no había ninguna ferretería, y que tendría que viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. “¿Qué mas da?”, pensó. Y emprendió la marcha.
    A su regreso, llevaba una hermosa y completa caja de herramientas. No había terminado de quitarse las botas cuando llamaron a la puerta de su casa; era su vecino.
    - Venía a preguntarle si no tendría un martillo que prestarme.
    - Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar. . . Como me he quedado sin empleo. . .
    - Bueno, pero yo se lo devolvería mañana muy temprano.
    - Está bien.
    A la mañana siguiente, tal como había prometido, el vecino llamó a su puerta.
    - Mire, todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?
    - No, yo lo necesito para trabajar y, además, la ferretería está a dos días de mula.
    - Hagamos un trato – dijo el vecino -. Yo le pagaré a usted los dos días de ida y los dos de vuelta, más el precio del martillo. Total, usted está sin trabajo. ¿Qué le parece?
    Realmente, esto le daba trabajo durante cuatro días. . .
    Acepto.
    A su regreso, otro vecino lo esperaba a la puerta de su casa.
    - Hola, vecino, ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?
    - Si.
    - Yo necesito unas herramientas. Estoy dispuesto a pagarle sus cuatro días de viaje y una pequeña ganancia por cada una de ellas. Ya sabe. No todos disponemos de cuatro días para hacer nuestras compras.
    El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.
    “No todos disponemos de cuatro días para hacer nuestras compras” recordaba.
    Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que el viajara para traer herramientas.
    En el siguiente viaje decidió que arriesgaría algo de dinero de la indemnización trayendo más herramientas de las que había vendido. De paso, podría ahorrar tiempo en viajes.
    Empezó a correrse la voz por el barrio y muchos vecinos decidieron dejar de viajar para hacer sus compras.
    Una vez por semana, el ahora vendedor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes. Pronto se dio cuenta de que si encontraba un lugar donde almacenar las herramientas, podía ahorrar más viajes y ganar más dinero. Así que alquiló un local.
    Después amplió la entrada del almacén y unas semanas más tarde añadió un escaparate, de manera que el local se transformó en la primera ferretería del pueblo.
    Todos estaban contentos y compraban en su tienda. Ya no tenía que viajar, porque la ferretería del pueblo vecino le enviaba sus pedidos. Era un buen cliente.
    Con el tiempo, todos los compradores de pueblos pequeños más alejados prefirieron comprar en su ferretería y ahorrar dos días de viaje.
    Un día, se le ocurrió que su amigo, el tornero, podía fabricar para él las cabezas de los martillos. Y después. . . ¿Por qué no? También las tenazas, las pinzas y los cinceles. Después vinieron los clavos y los tornillos. . .
    Para no alargar demasiado el cuento, te diré que en diez años aquel hombre se convirtió en un millonario fabricante de herramientas, a base de honestidad y trabajo. Y acabó siendo el empresario más poderoso de la región.
    Tan poderoso era, que un día, con motivo del inicio del año escolar, decidió donar a su pueblo una escuela. Además de leer y escribir, allí se enseñarían las artes y los oficios más prácticos de la época.
    El intendente y el alcalde organizaron una gran fiesta de inauguración de la escuela y una importante cena de homenaje para su fundador.
    A los postres, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad y el intendente lo abrazó y le dijo “Es con gran orgullo y gratitud que le pedimos que nos conceda el honor de poner su firma en la primera página del libro de actas de la nueva escuela” .
    - El honor sería para mí – dijo el hombre-. Creo que nada me gustaría más que firmar allí, pero no sé leer ni escribir. Soy analfabeto.
    - ¿Usted? – dijo el intendente, que no alcanzaba a creerlo- ¿Usted no sabe leer ni escribir? ¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto qué hubiera hecho si hubiera sabido leer y escribir.
    - Yo se lo puedo contestar – respondió el hombre con calma – Si yo hubiera sabido leer y escribir. . . ¡sería portero del prostíbulo!





RELATO ENVIADO POR: O Moucho
Colaborador de A Lareira Máxica

luns, 2 de marzo de 2009

** O Recuncho literario: "SI.... - IF..."


Esta poesia me ayudo mucho en momentos muy dificiles.
Es muy adecuada para este momento en el que esta empezando una gran crisis economica.


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"SI.... - IF..."

Si puedes mantener intacta tu firmeza
cuando todos vacilan a tu alrededor
Si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza

Si sabes esperar y a tu afán poner brida
O blanco de mentiras esgrimir la verdad
O siendo odiado, al odio no le das cabida
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad

Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey
Si piensas y el pensar no mengua tus ardores
Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo como dos impostores.

Si puedes soportan que tu frase sincera
sea trampa de necios en boca de malvados.
O mirar hecha trizas tu adora quimera
y tornar a forjarla con útiles mellados.

Si todas tu ganancias poniendo en un montón
las arriesgas osado en un golpe de azar
y las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.

Si puedes mantener en la ruda pelea
alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlo cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice adelante.

Si entre la turba das a la virtud abrigo
Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado
Si eres bueno con todos pero no demasiado

Y si puedes llenar el preciso minuto
en sesenta segundos de un esfuerzo supremo
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita
y lo que es más serás hombre hijo mío....


Unha poesía de: Rudyard Kipling (1835-1936)


Si quereis saber más sobre esta poesia y su autor, haced click en :
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POESÍA ENVIADA POR: Jose
Colaborador de A Lareira Máxica

mércores, 14 de xaneiro de 2009

** Un dóce e entretido libro dun escritor galego

Hoxe en O Recuncho Literario de A.L.M. achégovos un fragmento do famoso libro de "La Colmena" -do escritor galego Camilo José Cela-, que a meirande parte de nós leu nalgún intre da súa vida. Para min é un dos mellores libros de Cela pola atrevida mezcla de personaxes e escenas, que se entremesturan ó longo do libro. Pero, por suposto, é unha opinión persoal. Se algúen aínda non o leu, recoméndolle que o faga. Para os que o leron ¿por que non relelo?. Moi entretido e de moi fácil lectura.


Don Roque se queda preocupado.
—A mí que no me digan; esto no es serio.
Doña Visi se siente un poco en la obligación de disculparse ante su amiga.
—¿No tiene usted frío, Montserrat? ¡Esta casa está algunos días heladora!
—No, por Dios, Visitación; aquí se está muy bien. Tienen ustedes una casa muy grata, con mucho confort, como dicen los ingleses.
—Graciac, Montserrat. Usted siempre tan amable.
Doña Visi sonrió y empezó a buscar su nombre en la lista. Doña Montserrat, alta, hombruna, huesuda, desgarbada, bigotuda, algo premiosa en el hablar y miope, se caló los impertinentes.
Efectivamente, como aseguraba doña Visi, en la última página de "El querubín misionero", aparecía su nombre y el de sus tres hijas.
"Doña Visitación Leclerc de Moisés, por bautizar dos chinitos con los nombres de Ignacio y Francisco Javier, 10 pesetas. La señorita Julita Moisés Leclerc, por bautizar un chinito con el nombre de Ventura, 5 pesetas. La señorita Visitación Moisés Leclerc, por bautizar un chinito con el nombre de Manuel, 5 pesetas. La señorita Esperanza Moisés Leclerc, por bautizar un chinito con el nombre de Agustín, 5 pesetas."
—¿Eh? ¿Qué te parece?
Doña Montserrat asiente, obsequiosa.
—Pues que muy bien me parece a mí todo esto, pero que muy bien. ¡Hay que hacer tanta labor! Asusta pensar los millones de infieles que hay todavía que convertir. Los paí­ses de los infieles, deben estar llenos como hormigueros.
—¡Ya lo creo! ¡Con lo monos que son los chinitos chiquitines! Si nosotras no nos privásemos de alguna cosilla, se iban todos al limbo de cabeza. A pesar de nuestros pobres esfuerzos, el limbo tiene que estar abarrotado de chinos, ¿no cree usted?
-¡Ya, ya!
—Da grima sólo pensarlo. ¡Mire usted que es maldición la que pesa sobre los chinos! Todos paseando por allí, encerrados sin saber qué hacer...
—¡Es espantoso!
—¿Y los pequeñitos, mujer, los que no saben andar, que estarán siempre parados como gusanines en el mismo sitio?

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    —Verdaderamente.
    —Muchas gracias tenemos que dar a Dios por haber nacido españolas. Si hubiéramos nacido en China, a lo mejor nuestros hijos se iban al limbo sin remisión. ¡Tener hijos para eso! ¡Con lo que una sufre para tenerlos y con la guerra que dan de chicos!
    Doña Visi suspira con ternura.
    —¡Pobres hijas, qué ajenas están al peligro que corrieron! Menos mal que nacieron en España, ¡pero mire usted que si llegan a nacer en China! Igual les pudo pasar, ¿verdad, usted?


    Los vecinos de la difunta doña Margot están reunidos en casa de don Ibrahim. Sólo faltan don Leoncio Maestre, que está preso por orden del juez; el vecino del entresuelo D, don Antonio Jareño, empleado de "Wagons-Lits", que está de viaje; el del 2° B, don Ignacio Galdácano, que el pobre está loco, y el hijo de la finada, don Julián Suárez, que nadie sabe donde pueda estar. En el principal A hay una academia donde no vive nadie. De los demás no falta ni uno solo; están todos muy impresionados con lo ocurrido, y atendieron en el acto el requerimiento de don Ibrahim para tener un cambio de impresiones.
    En la casa de don Ibrahim, que no era grande, casi no cabían los convocados, y la mayor parte se tuvo que quedar de pie, apoyados en la pared y en los muebles, como en los velatorios.


    ....



    Algún hombre ya metido en años cuenta a gritos la broma que le gastó, va ya para el medio siglo, a Madame Pimentón.
    —La muy imbécil se creía que me la iba a dar. Sí, sí... ¡Estaba lista! La invité a unos blancos y al salir se rompió la cara contra la puerta. ¡Ja, ja! Echaba sangre como un becerro. Decía: "Oh, la, la; oh, la, la", y se marchó escupiendo las tripas. ¡Pobre desgraciada, andaba siempre bebida! ¡Bien mirado, hasta daba risa!
    Algunas caras, desde las próximas mesas, lo miran casi con envidia. Son las caras de las gentes que sonreían en paz, con beatitud, en esos instantes en que, casi sin darse cuenta, llegan a no pensar en nada. La gente es cobista por estupidez y, a veces, sonríen aunque en el fondo de su alma sientan una repugnancia inmensa, una repugnancia que casi no pueden contener. Por coba se puede llegar hasta el asesinato; seguramente que ha habido más de un crimen que se haya hecho por quedar bien, por dar coba a alguien.

    —A todos estos mangantes hay que tratarlos asi; las personas decentes no podemos dejar que se nos suban a las barbas. ¡Ya lo decía mi padre! ¿Quieres uvas? Pues entra por uvas. ¡Ja, ja! ¡La muy zorrupia no volvió a arrimar por allí!
    Corre por entre las mesas un gato gordo, reluciente; un gato lleno de salud y de bienestar; un gato orondo y presuntuoso. Se mete entre las piernas de una señora, y la señora se sobresalta.
    —¡Gato del diablo! ¡Largo de aquí!
    El hombre de la historia le sonríe con dulzura.
    —Pero, señora, ¡pobre gato! ¡Qué mal le hacía a usted?

    FRAGMENTO DO LIBRO: La Colmena, do escritor Camilo José Cela.
    Se che gustou non deixes de acudir a unha librería ou a unha biblioteca para pode lelo.

venres, 10 de outubro de 2008

<>O recuncho literario:James Nava publica Lobo gris

Regresa a sección O recuncho literario. Hoxe falamos do libro Lobo Gris, escrito por James Nava, que nos envía esta reseña da súa obra. Non lin o libro polo que non sei se está ben ou non, adída que o argumento parece que promete.


RESEÑA DE LOBO GRIS

Las milicias paramilitares irrumpieron en Wild Creek, pero no contaban con la vieja leyenda india sobre lobos, ni con el hombre de la CIA.

Una combinación explosiva de thriller político, espionaje y ecología.

Un canto a los lobos y la naturaleza salvaje de las Montañas Rocosas, con raíces en las leyendas indias nativas americanas.

Una historia de amor apasionado y alto voltaje erótico en medio del enfrentamiento entre rancheros y ecologistas.

Unos documentos vitales que desvelan un secreto de la CIA.

Un hombre en busca de justicia. Una mujer en busca del amor y el conocimiento de los lobos.

Una maravillosa historia de amor a la naturaleza y de lealtad a los ideales en circunstancias adversas.

Jason Rovin se refugia en el hogar de su infancia, un rancho en Montana, alejándose de Langley y su vida en la CIA durante los últimos diez años, tras huir con un maletín lleno de documentos clasificados como alto secreto.
Mientras se dirige a Wild Creek, conoce accidentalmente a Catherine Rush, una bióloga que estudia a los lobos de la zona. Los dos inician una buena amistad y colaboran para averiguar el extraño comportamiento de éstos.
Entretanto, empiezan a aparecer misteriosas amenazas de muerte contra la bióloga y el sheriff de la localidad. Jason y Catherine descubren, durante una de sus incursiones en las montañas, la presencia de un campamento de milicias paramilitares, liderado por un terrorista neonazi internacional.
Al tiempo que la presencia de una creciente manada de lobos alarma a todos los rancheros de la zona, los siniestros planes de un banquero local, apuntan hacia una compleja e inquietante trama que llevará las vidas de todos al límite y pondrá a Wild Creek como foco de atención de toda la prensa.
Los documentos secretos que guarda Jason Rovin, se convertirán en claves para la intervención de la CIA y el FBI en el asunto.


Con un argumento que combina acción, aventuras, intriga, y sentimientos de una forma amena y electrizante, diálogos llenos de humor y una narración absorbente, Lobo Gris refleja valores como la amistad, la lealtad, el valor, la libertad, y el amor, a través de unos personajes que ponen de manifiesto lo maravilloso y lo miserable que encierran los seres humanos, y nos transporta a un mundo casi perdido en las montañas Rocosas de Montana.

Una historia mágica sobre lobos, alta política y espionaje, que se mezclan en una novela emocionante de la primera a la última página, con capítulos perfectamente conseguidos que arrancarán emociones encontradas.

El autor nos conduce al mundo de los ranchos en el Oeste americano, con un misterio de fondo que va in crescendo, y la presencia inquietante de unas milicias paramilitares.

Todo un homenaje al mundo del Western americano y sus valores tradicionales, así como un testimonio realista de los entresijos de los Servicios de Inteligencia y el alcance de sus operaciones clandestinas.

Una historia muy visual, en la que podremos descubrir tanto las viejas leyendas indias como la vida interior de un agente de la CIA. Una novela bien escrita, con un ritmo que acelera a medida que pasan las páginas y los personajes se van asomando, con una atmósfera bien recreada, donde transcurre la acción, y con guiños evidentes a la música country.
Novela muy recomendable para los aficionados al thriller político, de espionaje, las historias románticas, y las aventuras ecológicas.
Vídeo-booktrailer de promoción: http://www.youtube.com/watch?v=23KUUix3Gpo


“Lobo Gris”, James Nava
Editorial El Tercer Nombre.
560 páginas.
P.V.P. 22 euros.
ISBN: 978-84-96693-14-2
Formato: Rústica

Más información en: www.jamesnava.com
www.eltercernombre.com
Blog de James Nava



RESEÑA ENVIADA POR: James Nava
Autor do libro

sábado, 21 de xuño de 2008

** O recuncho literario...¿Qué pasaría? M. Benedetti

O Recuncho Literario de A Lareira Máxica


¿Qué pasaría si un día
despertamos dándonos
cuenta de que somos mayoría?


¿Qué pasaría si de pronto
una injusticia, sólo una,
es repudiada por todos,
todos los que somos, todos,
no unos, no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez de
seguir divididos nos
multiplicamos, nos sumamos
y restamos al enemigo que
interrumpe nuestro paso?

¿Qué pasaría si nos
organizáramos y al mismo
tiempo enfrentáramos
sin armas, en silencio,
en multitudes, en millones de
miradas la cara de los
opresores, sin vivas,
sin aplausos, sin sonrisas,
sin palmadas en los hombros,
sin cánticos partidistas,
sin cánticos?

¿Qué pasaría si yo pidiese
por ti que estás tan lejos,
y tú por mí que estoy tan lejos, y ambos por
los otros que están muy
lejos y los otros por
nosotros aunque estemos lejos?

¿Qué pasaría si el grito
de un continente fuese
el grito de todos los continentes?

¿Qué pasaría si pusiésemos
el cuerpo en vez de lamentarnos?

¿Qué pasaría si rompemos
las fronteras y avanzamos
y avanzamos y avanzamos
y avanzamos?

¿Qué pasaría si quemamos
todas las banderas para
tener sólo una, la nuestra,
la de todos, o mejor
ninguna porque no
la necesitamos?

¿Qué pasaría si de pronto
dejamos de ser patriotas para
ser humanos?

No sé... me pregunto yo:

¿Qué pasaría...?



¿Qué pasaría..?, UN POEMA DE: Mario Benedetti

mércores, 23 de abril de 2008

** O Recuncho Literario. Relato de J.Bucay no día do libro

“El verdadero valor del anillo”

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.

- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.

- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.

- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.

- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.


Este relato foi escrito por JORGE BUCAY



RECUNCHO LITERARIO ENVIADO POR: mariam
Gran Colaboradora de A Lareira Máxica

** 23 de febreiro: celebráse o día do libro

Día 23 de abril. Día Mundial do libro. Iso de que haxa un día para cada cousa, paréceme unha parvada. Cada cousa ten que ter tantos días como ten o ano. O resto paréceme márketing publicitario: Día dos namorados, día do planeta, día do pai, día da nai,...

E no día do libro, que coincide no día de San Jordi, en Cataluña tense por costume o regalar un libro e unha rosa. Bonito detalle, diso non hai dúbida pero: ¿máis consumismo romántico coa disculpa do día do libro? Sen dúbida.

De todos modos, sí quero lembrar a importancia que para un pobo ten a cultura literaria. Hai que sabela apreciar a aproveitarse dela. Nos libros está non so o coñecemento, senón o pensamento crítico. Axúdannos a dar diferentes perspectivas dos temas da vida. De aí que sexa tan importante a lectura. Así que, fagamos uso dos libros e dos seus contidos. Mergullémonos nel. Leamos máis. E non nos lembremos disto cada 23 de abril senón durante todo o ano.

Unha das seccións habituais de A Lareira Máxica é "O Recuncho LIterario" que, como sabedes, recolle fragmentos de libros escritos en galego ou en castelán co gallo de lembralos. É unha sección que no seu momento propuxo, acertadamente, a nosa colaboradora mariam. Aproveito para lembrar que calquera pode enviar o seu fragmento literario para publicar nesta sección. E toda unha ledicia recibir as vosas propostas. Gracias. Por certo, hoxe non podía faltar esta sección que estará adicada a Jorge Bucay, un escritor que me encanta.



UN ARTIGO REALIZADO POR: Julio Torres
Coordinador de A Lareira Máxica

luns, 14 de abril de 2008

** O Recuncho Literario: Galletitas, de Jorge Bucay

Galletitas

A una estación de trenes llega, una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de refresco.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.

Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. "No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.

Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

- ¡Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.

El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre el bolso para sacar la lata de refresco y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas ¡Intacto!.


UN RELATO ESCRITO POR: Jorge Bucay



RECUNCHO LITERARIO REMITIDO POR: mariam
Gran Colaboradora de A Lareira Máxica

mércores, 2 de abril de 2008

** O Recuncho Literario: Un relato de Jorge Bucay

La tristeza y la furia

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas.
Había una vez... un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.


AUTOR: Jorge Bucay, LIBRO: Cuentos para pensar



UN RECUNCHO ENVIADO POR: mariam
Gran Colaboradora de A Lareira Máxica