Amosando publicacións coa etiqueta colaboracións POLIZÓN. Amosar todas as publicacións
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domingo, 11 de agosto de 2013

** En cien palabras: Calor de tormenta

Mientras los topos se adueñan del jardín,
el gato blanco duerme a la sombra del centenario hórreo.
Sinfonía de gorriones chillones.
¿Nubes altas o nubes bajas?
Simplemente nubes que pasan,
como los días perdidos.
de aquí para allá,
movimientos absurdos,
idas y venidas,
que me han sido robadas.
Y yo solo quiero que llueva,
que el agua inunde los campos secos,
que el valle desértico vuelva a ser fértil.
Vecinas gritonas, madres histéricas.
Llanto inconsolable
de niños que se quedan sin helado.
Un moscardón se cuela por la ventana
Sol castigador, bochorno infinito
Pasará, sé que pasará.

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FERROL. Polizón

venres, 27 de xaneiro de 2012

** Buceando en el abismo


FERROL. Polizón

Cielos plomizos descargan chaparrones helados. Buceo en aguas profundas, oscuras, frías, muy lejos de la vida y de los colores del arrecife de coral. Las corrientes me han traído a este lugar, no he tenido las fuerzas necesarias para oponer resistencia. Me cruzo con un tiburón, pasa de largo. Hoy he tenido suerte, mañana...

El fondo del mar está salpicado de restos de naufragios. A veces me recreo en ellos. No me atrae el hallazgo de un tesoro, mi único afán es la observación detenida. Una bota de cuero, una copa delicadamente tallada, testigos mudos de días de infortunio, de medias verdades y de alguna mentira. Vidas arrastradas por la corriente, tumbas de faraón, en la hora del verdadero silencio.

martes, 16 de marzo de 2010

** En cien palabras: Algo

POLIZÓN


Colaborador de A.L.M.

Algo hay, no digas que no. No quieras engañarte. Algo tiene, algo diferente. Algo que te gusta y que te asusta. Algo por descubrir, algo que te hace sentir bien. No puedes olvidarla, bien sabes que cada noche echas en falta su cuerpo. Algo tiene que te atrae y te atrapa, que llena de luz los días grises de este invierno, algo que te lleva al borde mismo de la felicidad. Después, cuando se va y te deja solo, no sabes si maldecir tu suerte o dar gracias a Dios. Intentas pensar y no puedes hacerlo, estás empezando a sentir…algo.

xoves, 4 de marzo de 2010

** En cien palabras: Decisións (e II)

POLIZÓN


Colaborador de A.L.M.


Hasta aquí ha durado la cuerda. Se acabó. Si quieres buscarme, búscame. Si no quieres, déjame ir. Tengo que ser fuerte y no caer en la tentación de marcar tu número. Reconozco que me va costar pasar de largo. Tendré que acostumbrarme a apresurar mi paso y seguir mi camino. Hoy oí tu voz, quizás, por última vez. Tú ya estabas muy lejos. Me hablaste con desgana, ya no te interesaba lo que yo tenía que contar. Tienes nuevos intereses. La vida es una vía de una sola dirección. Es verdad, siempre toca seguir para delante, no hay vuelta atrás.

domingo, 28 de febreiro de 2010

** En cIen palabras: Decisións I

POLIZÓN



Colaborador de A.L.M.


Son las 11:07 de la mañana y he tomado una decisión. No me compensa. A ningún nivel. Y como no me compensa a ningún nivel voy a seguir mi camino. Paso de historias raras, son agotadoras. Nunca me he arrastrado y no voy a empezar ahora. No soporto esta situación. Es completamente absurda. Justo ahora, silencio. Silencio por respuesta. Pared. Ni el más mínimo signo de apertura, de interés. Nada. Me he cansado de ser marioneta. No necesito tu sonrisa desganada. De esta vez no hay vuelta atrás, ha llegado la hora de recuperar la dignidad, de recuperar la libertad.

sábado, 23 de xaneiro de 2010

** En cien palabras: Diluvio

La tarde se ha vuelto gris. La carretera río sin peces. Palabras vacías llenan el tiempo. Hablar por hablar, sin decir nada. El viaje ha sido largo. El otoño más corto ha durado un día. Hoy, ya es invierno en mi corazón. El calendario me lleva la contraria y el diluvio me da la razón. Adiós definitivo al verano. Demasiadas cosas pendientes, este verano ha sido muy raro. Últimamente todo es un poco raro, la azalea ha florecido en otoño. Mi casa debe tener un microclima especial. Palabras vacías llenan el folio. Las farolas se encienden. Estamos llegando a Santiago.



TEXTO ESCRITO POR: Polizón
Colaborador de A Lareira Máxica

luns, 16 de novembro de 2009

** En cien palabras. Encrucijada

Estoy atrapado entre dos mujeres. A una la he querido y la otra no me quiere tanto como yo a ella. Una me dice que no me vaya y la otra no me dice que me quede. Tanto poder tienen sobre mí, tanto, que consiguen paralizarme. Yo, cuando no sé qué hacer, tengo por costumbre no hacer nada. Me confío y dejo pasar el tiempo. Cuando pienso que lo he conseguido resulta que no, que sigo tan perdido como siempre. Un chaparrón inunda la calle y me moja los pies. Esta tarde de invierno siento que me estoy quedando solo.



Enviado por: POLIZÓN
Colaborador de A Lareira Máxica

sábado, 5 de xaneiro de 2008

** El Jardín

¿Te has dado cuenta de que soy viejo, de que soy cura y de que soy de tu familia?
- ¿Y qué es lo peor de todo?
- Para mí, que soy viejo; para ti, que soy cura.
- Ya, un cura con unos cuantos galones.
- Un cura ascendido, nada más.
- Y yo… ¿qué soy yo?
- Tú eres un ángel encerrado en el cuerpo de una mujer morena, de larga melena y mirada triste. Un ángel completamente despistado que se cuela dentro de los muros de este palacio gracias al salvoconducto permanente que le proporciona su apellido.
- Pero a ti te gustan los ángeles.
- Y a ti te gusta el jardín, te gusta la paz que se respira en este jardín.
- A mí no me importaría cuidarlo, a mí me encantan las plantas.- Le he contestado yo y él me ha mirado con una tierna benevolencia no queriendo entender y entendiéndolo todo.

Últimamente, he comido algún día en el palacio arzobispal, soy prima del arzobispo. Somos dos solitarios, siempre lo hemos sido, da igual que estemos solos o que estemos rodeados de gente, el nuestro es un sentimiento de soledad existencial. Ya ha pasado medio año y me siento tan perdida como el primer día. Cada mañana intento empezar una nueva vida, intento dejar atrás el pasado, los recuerdos. Cuesta, cuesta tanto. Una vez más en mi vida, busco el consuelo de Fernando. Es un tipo muy carismático, inteligente y observador como buen diplomático. Siempre me ha gustado esa faceta de su personalidad, esa distancia formal que intenta imprimir a sus actos, a sus palabras, esa contención constante de una humanidad que le sale a borbotones por los poros de la piel.

Gracias a esta primavera atípicamente benévola, después de comer, salimos al jardín. Hoy nos hemos sentado en un banco debajo de la enredadera, el jardín es precioso, cuidado con esmero. Casi sin darme cuenta he apoyado mi cabeza en su hombro como si estuviéramos en la vieja casona de los abuelos. Me he quedado un rato en silencio, con los ojos cerrados, otra vez más me he dejado llevar por los recuerdos. A veces pienso que ya no tengo futuro, solo pasado. He imaginado a Jaime burlándose de mí, seguro que sonreiría irónicamente si me viera, detestaba al clero. Como buen psicólogo que era no podría evitar analizar nuestro comportamiento, “qué clase de vínculo les une, qué ve él en ella, ve a la mujer, ve a la hija que le hubiese gustado tener, qué siente debajo de esa coraza, qué clase de sentimientos se ocultan tras esa emoción permanentemente contenida, es un reprimido o es un místico, y qué hace ella ahí, qué puede darle él, qué puede darle que no sea serenidad y cariño, a qué jugarán cuando aparentemente juegan al ajedrez sobre un viejo tablero”. En este lugar es muy importante mantener las formas. Dentro de estos muros no están bien vistas las muestras de cariño. El señor arzobispo se rige por su agenda y apura el cigarrillo.
- Es curioso como se van sucediendo los acontecimientos, los malos, los buenos, los malos otra vez, así sucesivamente. - ¿Qué toca ahora Begoña?
- Toca algo malo, porque ha pasado algo terrible, algo bueno y ahora toca malo. - No, eso no es así, no seas fatalista. - No soy fatalista, soy realista.
- No tengo ganas de rebatir tu opinión. Hace un día espléndido. - No disimules ni cambies de tema, sabes que tengo razón.
- Tienes razón, ¿contenta? - No, no me trates de loca, convénceme. - No tengo ganas de convencerte Begoña, hoy puedes pensar lo que quieras, estoy un poco cansado de tratar de convencer a los demás todo el tiempo.




UN RELATO-PUZZLE DE: Polizón
Colaborador/a habitual de A Lareira Máxica

xoves, 13 de decembro de 2007

** O PUZZLE DO POLIZON

Alo mejor destruyo el cuaderno. Me están entrando ganas. A lo mejor destruyo el cuaderno y después me arrepiento. Me gusta releer mis escritos pasado un tiempo, cuando lo hago desapasionadamente, en frío. Es en ese momento cuando me doy cuenta del verdadero significado de las palabras, cuando logro descifrar sus mensajes más escondidos. Justamente, en ese momento, cuando ya ha pasado el tiempo, ya no sirve de nada comprender lo que habitualmente me pasa desapercibido, el auténtico sentido de las frases aparentemente más anodinas, las frases que he oído, las frases que he pronunciado.

Cuando nacemos deberíamos traer un Manual de Supervivencia bajo el brazo. Por supuesto, voy a seguir metiendo la pata, una y mil veces más. No digo que este dispuesta a repetir los mismos errores, pero la vida, cada etapa de la vida, trae consigo nuevos retos a los que he de enfrentarme tomando decisiones. Toda decisión conlleva un gran margen de riesgo inherente a la propia condición humana. A veces, me parece que solo existe un hecho verdaderamente cierto, mi propia muerte. Todo lo demás es incierto, es un falso equilibrio capaz de ser desbaratado por una leve corriente de aire.

Esta semana he descifrado el significado de una frase que me dijeron en 1992. He necesitado 15 largos años para entender su contenido oculto. Se trata de una frase que pudo haber cambiado mi vida. La vida, a veces, es doblemente cruel. Cruel por no haberla entendido en su momento, cruel porque ahora que conozco el verdadero sentido de aquellas ingenuas palabras, ahora que por fin soy capaz de descifrar aquel absurdo lenguaje de sentimientos, ya no hay vuelta atrás. No estuve a la altura, no era más que un trozo de arcilla blanda en las manos de un sabio alfarero.




O PUZZLE DE Polizón
Colaborador/a de A Lareira Máxica

mércores, 7 de novembro de 2007

** O Puzzle do Polizón: en cien palabras (2)

Estoy aburrido, tengo un poco de frío, me duele la cabeza. Otoño, antesala del invierno, las hojas secas se arremolinan en la calle, el viento sopla. Nubarrones grises presagian lo inevitable, va a llover mucho. Pasará Santos y otra vez será navidad. Pasará la navidad y otra vez será primavera. El tiempo pasa y también la vida. No hace tanto era joven, ahora soy adulto, dentro de unos años seré viejo. Luego moriré y detrás de mí lo harán todos los que me conocieron. Llegará un día en que nadie sabrá que existí. Qué cosa más rara es la vida.



O PUZZLE DE: O Polizón
Colaborador habitual de A Lareira Máxica

xoves, 1 de novembro de 2007

** O Puzzle do Polizón: en cien palabras (1)

P aro en el centro comercial. Entro por el parking. Enfrente de la puerta están las oportunidades, no puedo resistirme y me acerco. Nunca encuentro nada. Hoy tienen botas a 59 euros, casi todas números grandes. ¡Milagro! Unas del 37, elegantes, tacón alto y puntera estrecha, ideales para los juanetes. Rebuscando encuentro otras, casi casi ergonómicas. Vaya dilema: elegancia vs comodidad. Me las pruebo, los dos pares me sientan bien. Dudo: tacón estilizado o suela de goma cómoda y flexible. Durante unos minutos me quedo bloqueada, indecisa, sin saber qué hacer. Inesperadamente reacciono, he venido a comprar café. ¡Dios, qué alivio!



O PUZZLE DE: O Polizón
Colaborador de A Lareira Máxica

venres, 19 de outubro de 2007

** O Puzzle do Polizón (nova sección)

En estos momentos me siento polizón, polizón porque me he colado en esta página y aquí pienso seguir hasta que me descubran y me echen. Apenas llevo equipaje, mis posesiones más valiosas son un cuaderno de tapas azules, una vieja estilográfica y una caja de madera donde guardo las piezas de un puzzle. Siempre me han fascinado los puzzles, las partes que componen la figura. Unas, llenas del color de la primavera, otras, sombrías como una tarde de invierno. Me gustan los puzzles que tienen muchas piezas, cuantas más mejor. Al principio, lo reconozco, asustan un poco. Al final, después de muchos meses, todo encaja perfectamente y la figura se completa. La realidad fragmentada vuelve a ser realidad, el caos se convierte en orden. Cada uno de estos relatos es una pieza del puzzle, son tan distintas, con tan variados colores, que parece imposible que puedan ser parte de un todo. No lo niego, es un puzzle complicado.



I

La máquina del tiempo



A los 20 años lo tenía todo claro, sería cosa de la arrogancia de la juventud. Ahora no, la experiencia no aporta clarividencia, por lo menos, no en mi caso. Con el pasar de los años, he perdido todo el radicalismo, todo me parece más confuso, ya no es blanco o negro, lo más probable es que sea gris. Yo me muevo en el terreno de los grises, del humo, de la niebla. Todo puede ser, ya casi nada es seguro. El futuro es totalmente incierto, y el pasado… también. Hay tantas cosas que desconozco, tantas que supongo, tantas que no me han contado.


...Ampliar/recoller resto do relato[ +/- ]
    Yo también me he ido desvaneciendo casi sin darme cuenta. Hoy me he mirado al espejo y en él he visto reflejada mi sombra. El tiempo se empeña en dejar huellas en mi rostro, huellas que el maquillaje trata de ocultar. Atrás queda la niña inocente y soñadora de las últimas semanas. Cuántos años han pasado, no lo recuerdo, creo que diecisiete. No puede ser, son demasiados. Ahora que lo pienso, sí, sin duda, han pasado diecisiete años. Ni siquiera sé como lo he dudado un momento. Hace diecisiete años no sabía que la vida me brindaría aquella oportunidad, aquella oportunidad que deje pasar. Todos cometemos errores. Lo he vuelto a encontrar. De lejos, me pareció alguien tremendamente familiar pero no lo reconocí, me resisto a ponerme las gafas. Sigue siendo un tipo carismático, muy carismático. Estos días he pensado mucho en aquella época. Sólo me arrepiento de una cosa, de haber dejado que me robaran los sueños, de no haber tenido coraje, qué estúpida fui. Cuantas puertas he ido cerrando yo misma. A veces, pienso que no me han dejado soñar, que me han hecho vivir una vida que no es la mía. Intentando ayudarme, me han destruido. Me siento un ser inútil y frágil, otro cachivache más de la estantería del salón, no sirvo para nada útil y si me caigo estallo en mil pedazos lo mismo que una figurita de cristal. He necesitado mucho tiempo para darme cuenta, todos estos años he vivido por inercia, sin pensar a dónde iba. Siento que he vivido demasiado para los demás y muy poco para mi misma. Ayer lo pasé muy mal, varias veces durante el día, las lágrimas llenaron mis ojos. Como casi nunca estoy sola, ni siquiera pude llorar en paz, vaciarme, expulsar este dolor de mi cuerpo. Hoy por la mañana me ha asaltado la ira, la rabia, la impotencia. Después de comer, he vuelto a mi estado habitual, la resignación. He mirado las viejas fotos ya sin pena ni gloria. Encontrármelo ha sido un bonito regalo de la vida. No lo esperaba, creí que solo era un recuerdo perdido para siempre. No es tan solo un recuerdo, sigue siendo realidad. Esta noche he salido y he conocido a un fotógrafo inglés, una vez más he tratado de huir hacia delante. Me lo he pasado bien, el fotógrafo era interesante, pero ni siquiera recuerdo su nombre y hace apenas una hora que nos hemos separado. Esta noche quisiera meterme en una máquina del tiempo y volver atrás aunque sólo fuera por unas horas. Cuánto daría por poder hacerlo, por volver a sufrir al verlo al lado de aquella morena estúpida. Si lo pienso, todavía sigo teniendo ganas de retorcerle aquel pescuezo de jirafa. Recuerdo cómo se divertía haciéndome rabiar y también cómo se fue de mi vida. - ¿Vas a escuchar mi programa? - No, no creo, siempre me acuesto temprano. - Ya. Me paso el día disimulando, un día de estos van a tener que darme un premio a la mejor actriz revelación, categoría tragar y tragar, tragar saliva, no perder jamás la compostura y sonreír, convencerme de que mañana va a ser un buen día y tratar de hacer una buena jugada en una mesa en la que mis adversarios juegan con las cartas marcadas. POLIZÓN Creative Commons License Esta obra está baixo unha licencia de Creative Commons



O Puzzle de: Polizón
Debutante en A Lareira Máxica