Amosando publicacións coa etiqueta colaboracións PILAR. Amosar todas as publicacións
Amosando publicacións coa etiqueta colaboracións PILAR. Amosar todas as publicacións

xoves, 11 de outubro de 2007

** Sonos bonitos e inconfesables. Capítulo IV

Napoleón


Del balneario he vuelto nueva, me hacía falta. Estaba cayendo en un pozo muy hondo. Me sentía una desgraciada, una desgraciada acomodada, pero una desgraciada a fin de cuentas. Por fin creo que tengo las ideas claras. Toda la ilusión empieza a desmoronarse. No vale la pena vivir de ilusiones, el tiempo pasa y todo sigue igual, ilusiones, solamente eso. Nada más. Nunca pasa nada porque nada va a pasar, simplemente jugamos, pasamos el rato. No es un mal pasatiempo, al contrario, fue bueno hasta que se convirtió en importante. Ahora necesito más, ya no es suficiente este intercambio de miradas furtivas que se cruzan una y otra vez. Cada vez que le veo marchar apresurado y ajeno a todo siento dentro de mí la tristeza que precede a las despedidas. No quiero engañarme más, no me compensa. De nada me sirve tenerlo aquí.

Mañana es el gran día. Todo tiene un principio y un fin. Mañana será el día del principio del fin. Estas historias raras son así, absurdas. Cuando parece que sí, que todo va bien, pues… no, todo va mal. Casi me da igual, no hay nada peor que ver espejismos, oasis en medio de este desierto de indiferencia. Si soy sincera, todo era demasiado bonito para ser verdad. Quiero que llegue mañana. Me estoy enamorando de verdad.

...Ampliar/recoller resto do relato [ +/- ]
    Mañana, a primera hora, voy a decirle a Cid que lo despida. Se acabó. Sin más miramientos. Lo voy a echar de menos, claro que sí, mucho, pero no me queda otro remedio. No se pueden mezclar sentimientos y trabajo. Cuanto antes se vaya, mejor. Me gusta demasiado, me inspira ternura. Soy demasiado orgullosa para mendigar su cariño. Sufro y no vale la pena sufrir. Era lo que me faltaba, un matrimonio a punto de romperse y un lío en el trabajo. Todo se hará por partes, cada tema por separado. Quiero ser feliz, razonablemente feliz, no pido tanto. A lo mejor pido mucho. Tengo que arreglarme más y recuperar mi estilo. Lo primero para sentirse bien es verse bien. Mañana volverá la rutina diaria y antes de salir de casa tendré que fabricarme una cara nueva delante del espejo. Lástima que no se haya inventado aún un maquillaje todavía capaz de ocultar esta pena tan grande. Me remuerde la conciencia. En el balneario lo tenía más claro, ahora empiezo a valorar las consecuencias de mi decisión. Me siento fatal. Han pasado unos cuantos meses y no me resulta fácil separarme de él. Tengo que hacerlo, claro está. No me queda otro remedio. No quiero tensiones, ni problemas. Me da pena, no puedo negarlo. Las cosas son así, unas historias acaban bien, otras… Esta historia se terminará mañana. Se acabó. Basta ya de comportamientos obsesivos. No le importo nada. No merece mis desvelos, ni mi dedicación, ni mi tiempo, ni mi sonrisa, ni mi afecto.

    El corazón se deshace en un mar de lágrimas. La cabeza, con aire arrogante, le riñe constantemente:

    - Hijo, qué patético eres, anda, límpiate esas lágrimas y serénate un poco. Blando, que eres un blando.

    -Tú a este ni caso, ya sabes como es, un pobre infeliz, con tanto culebrón se nos ha vuelto idiota. Tú lo que tienes que hacer es despertar. No digo que sea buena ni mala persona, solo digo lo evidente: no te hace caso, no le importas nada. Sigue así, apóyale, llena de poesía su vida y él te devolverá lo de siempre: indiferencia. Es eso lo que quieres, te gusta eso, te gusta que te ignoren, recuerda que el mes de marzo está pasando. Recuerda, que te marcaste un plazo y que la primavera ya ha llegado. No ha terminado el mes, pero terminará, sin pena ni gloria, y con el mes de marzo se irá de tu vida. Tienes que ser fuerte y dejarlo ir, aceptar lo inevitable. Se irá y hace bien en marcharse. Es lo mejor y de sobra lo sabes. Dios mío, que tonta eres y con los años vas a peor. –me sermonea a mí.

    - Cabeza, no me gusta tu tono. No te pongas en plan Napoleón que te voy a mandar a Santa Elena – protesto yo.

    Cid me ha dicho que hablará con la asesoría para que prepare los papeles pero que tengo que despedirlo yo. Que es un asunto mío, “personal”. No me esperaba esto.

    -Sí, es un asunto personal ¿y qué?

    -Habla con él por lo menos. Enfréntate a la realidad y no te escondas.

    -¿Qué pretendes Cid?

    -Pretendo ayudarte, liberarte y salvarte. Hoy me siento Dios, ya ves.

    Una y otra vez la misma melodía asalta mi mente, es una música lenta, instrumental. No sé donde la escuché por primera vez pero me resulta tan familiar, tan mía. Siento un vacío enorme. Los primeros días van a ser difíciles, lo sé. Trabajaré mucho. No me queda otro remedio. Trabajo y deporte. No quiero tener tiempo para pensar, no quiero pensar, no tengo ganas.


    Creative Commons License
    Esta obra está baixo unha licencia de Creative Commons



    (Dedicado a María por haber sacado este relato del baúl de los recuerdos y a Jesús F.D. porque después de tanto tiempo sigue inspirándome)




RELATO ELABORADO POR: Pilar
Colaboradora de A Lareira Máxica

venres, 2 de febreiro de 2007

** SONOS BONITOS E INCONFESABLES (Cap.3)

SUEÑOS BONITOS E INCONFESABLES

Capítulo III: "Mientes fatal"
[ Lembra o Capítulo 1 e o Capítulo 2 ]


Esta noche he tenido el mismo sueño, el baile sobre la alfombra beige se está convirtiendo en una obsesión. Al despertarme he vuelto a mi realidad mundana de cada día. El trabajo, el marido, los amigos, algún viaje. Mi sueño tiene nombre propio. Todo lo que me rodea es convencional hasta la saciedad. Si no fuera por la agencia ya me habría vuelto loca. La publicidad no es un trabajo, es una válvula de escape. He creado un buen equipo. Al principio me guiaba por un sexto sentido, ahora no, ahora tengo un gerente que se ocupa de casi todo. Sé que podría marcharme un año y que todo quedaría en las mejores manos. José Manuel Fernández Cid toma casi todas las decisiones, tiene mucho poder en mi empresa, es el único verdaderamente imprescindible. Al principio no se fiaba mucho de mí, tuve que pagarle muy bien para traérmelo. Son cosas que pasan, pensó que este proyecto era un capricho. Ahora se que está a gusto aquí. M&M Publicidad ya es parte de su vida. El otro día, sin venir mucho a cuento, le solté: ...Ve-lo Artigo completo...

-Quiero despedir a Jesús.

-¿Por qué? Se ha adaptado bien y es un buen creativo -replicó.

-A veces es demasiado… infantil.

-Ah…, ahora se dice así -dijo sonriendo.

-No tengo ganas de hablar de este tema.

-Piénsalo bien, no creo que sea una decisión acertada -contestó Cid.


Claro que no era una decisión acertada, Jesús es un buen colaborador, sí, pero yo ya no lo soporto. No hablamos más sobre el tema. Supongo que no tomó en serio mi comentario. Sabe que aprecio a Jesús. Hasta ahora, había sido capaz de llevar este negocio usando criterios empresariales, pero ahora Jesús empieza a molestarme. Me afecta. Su ausencia me entristece. Me gusta. Le echo de menos. Me apetece estar con él a todas horas. Tengo ganas de besarle. No sé que voy a hacer. Es como una tortura diaria, una dulce tortura que se vuelve sueño cada noche. José Manuel lo sabe, y si no lo sabe con certeza, lo intuye. A veces, en las reuniones, me devuelve una sonrisa cómplice. Posiblemente no me comprenda, o tal vez sí, conoce a mi marido.


Mi marido vive por y para su trabajo. Lo suyo es la cirugía: inventar técnicas nuevas, organizar congresos, publicar artículos en las más prestigiosas revistas, atender a sus pacientes,… es un buen cirujano y le gusta que reconozcan su trabajo. No nos llevamos mal, al contrario, somos un matrimonio fracasado muy bien avenido. Lo peor de todo es que, aunque nuestro matrimonio agonice, también le tengo cariño. Sus pacientes le adoran, les dedica tiempo, les escucha, todo de buenas maneras. Esa humanidad de buen médico sigue sorprendiéndome. Si algo tengo que reconocerle es que los malos momentos siempre sabe estar a la altura de las circunstancias. Bueno, algo es algo. Mi hermana Carmen siempre me dice que tengo que darle gracias a Dios por todo lo que tengo, que no me atreva ni siquiera a quejarme. Carmen tiene una curiosa teoría del matrimonio: dice que unos se casan usando la cabeza, otros se casan movidos por el corazón, otros se dejan arrastrar por la pasión, y los menos, lo hacen por un compendio de todo lo anterior. La mía fue una decisión tomada con el corazón. Mi marido usó la cabeza, como siempre. Ahí está el origen del problema.



Jesús es el aire fresco de la mañana. La ilusión contagiosa, la gracia innata. Creo que me recuerda a mí cuando tenía 20 años. Sus labios siempre esbozan una sonrisa. Nos ha invitado a la feria de Abril, unos familiares suyos tienen un cortijo en las afueras de Sevilla. Él va a coger parte de sus días de vacaciones para irse a la feria. La idea del despido sigue rondándome por la cabeza. Quiero perderlo de vista. Me gusta demasiado.


-¿Cómo te hiciste esa cicatriz?
Tengo una cicatriz casi imperceptible encima del labio superior, me la hice de pequeña, jugando en casa de unos vecinos. Casi no se me nota. Es una vieja herida de guerra, debía tener cuatro o cinco años.

-Me caí de pequeña.


Él sí que me va a dejar una cicatriz enorme, en el corazón. Estoy muy confundida. A veces me gustaría huir. Dejar esta vida atrás y, por una vez, ser yo misma. Añoro la libertad, me siento atrapada. Puede parecer una decisión egoísta, no creo que lo sea. Quiero vivir mi vida, es tanto pedir. Haga lo que haga, nunca es suficiente. Envidio a los músicos callejeros que pueblan el casco histórico de mi ciudad. Qué vacía me siento. Que vieja, siendo tan joven. Tengo que despedirlo, no me va a quedar otro remedio. Es una decisión tan difícil, exige tanta valentía…. No sé que hacer, me estoy enamorando. Ya no puedo seguir así. Entre mi corazón y mi cabeza se ha desatado una guerra.


-No lo niegues, no puedes negarlo, te gusta de verdad, anda dilo, miente un poco, di que no le quieres –me desafía el corazón.

-No le quiero.

-Mientes fatal, claro que le quieres, le quieres más de lo que crees. Le has querido desde el primer día. No puedes negarlo. Estás fatal de la memoria, lo has contratado porque se parece a Fernando, ni más ni menos. Anda niña, no me vengas con cuentos, qué esperabas, si parece su hermano, y por encima es andaluz, y medio árabe, y un poco italiano. Es otro más, otro, el mismo tipo, son todos iguales. Me tienes aburrido, chica, y harto, que no me das una alegría.

-¡Déjame en paz corazón!
Y la cabeza no es mejor:

-No sé en que líos te metes, no te comprendo. Anda, cógete unas vacaciones que las necesitas. Qué cosas se te ocurren, cuándo vas a madurar. La culpa es del corazón y sus locuras. Tú ni caso, ¿me oyes? El chico es mono y agradable, que no vamos a negar lo evidente y ya está todo dicho, ahora toca volver a la realidad. Pon los píes en la tierra de una vez. ¡Pero ya! Céntrate, esto es un negocio, no lo olvides, hacemos anuncios y cobramos por ello. Seriedad. Recuerda que tienes un marido y no seas loca.

-¡Sí, sí, mucha seriedad, ja, ja,ja…! -el corazón se parte de risa escuchando a la cabeza.
La cabeza se resigna. Sabe de sobras que el corazón tiene la batalla ganada. El corazón sigue provocándome:

-Anda, dile que venga y charláis un poco.

-¡Cállate un poco corazón!


Creative Commons License
Esta obra está baixo unha licencia de Creative Commons


----------------------------------------------------------------------------
RELATO FEITO POR: Pilar ("A escritora máxica")
Colaboradora de A Lareira Máxica

luns, 4 de decembro de 2006

** Sonos bonitos e inconfesables ---> Cap.2

....No hay nada más duro que la indiferencia, pero yo ya me he acostumbrado. En mi casa soy casi transparente. Últimamente se me ha dado por encerrarme en mi mundo. Ya no me importan lo más mínimo las cosas de antes. He despertado de un letargo de años. Esta mañana me ha telefoneado mi madre. Lo de siempre, lamentos y autocompasión. Mi madre se muere un par de veces al mes, es una hipocondríaca. Quiere volver a chequearse. Estoy harta de oírla. No tiene absolutamente nada, hoy le he recomendado que la trate un psiquiatra, por la ansiedad. Mi vida se desmorona. Empiezo a necesitarle, empiezo a echar de menos su sonrisa, su ternura, el baile sobre la alfombra beige. Cuando nuestras miradas se cruzan una mariposa revolotea juguetona por la habitación y luego se escapa por el balcón... Ve-lo Artigo completo....
He comido en casa y he aprovechado para ponerme el anillo de “tu puedes ser lo que quieras ser, nunca lo olvides”. Fue el primer regalo que me hizo mi marido. Es una sortija bonita, quizás destaque un poco. He aprendido mucho a su lado. Mi marido es médico, cirujano. Frío, nada le inmuta. Él me empujó para que montase la agencia. Es un hombre reservado y observador, aparentemente serio. Muy inteligente, capaz de hacerle el amor a una mujer usando únicamente el cerebro. Llevamos casados 14 años, yo acaba de terminar la carrera y era una inocente. Él ya gozaba de cierto prestigio como cirujano. Yo le debí parecer graciosa y moldeable. Ahora se que lo que más le gustó fue la solera de mis apellidos. Aparentemente, todo es perfecto. Solo aparentemente.

No creí que la brecha entre nosotros fuera tan inmensa, sí que lo es. Todo rutina, nada nuevo, nada que me sorprenda, nada improvisado. Jesús baila descalzo en mis sueños. Me siento vieja. Le contraté en febrero. Hoy es el día de San Juan. Por la mañana se ha presentado con el pelo cortado. Le queda bien, muy bien. Poco a poco va perdiendo el aire de universitario despistado. Es fresco, espontáneo, un buen creativo. Miro la mano izquierda, la sortija me lanza su mensaje. No me lo creo, yo estoy atrapada. La semana pasada vino a esperarlo su novia, me lo contó mi secretaria. Es una melodía lenta, instrumental. Una y otra vez asalta mi mente.

____________________________________________
REMITIDA POR: Pilar ("A Escritora Máxica")
Colaboradora de A Lareira Máxica

sábado, 2 de decembro de 2006

** Sonos bonitos e inconfesables

...Acabo de "censurar" un comentario na lareira máxica. E é que o seguinte artigo ...Foime remitido como un comentario do artigo que, sobre o sono, escribín onte. Dá gusto que che envíen este tipo de textos, tan fermosos e máis propios dunha escritora que dun modesto blog como a lareira máxica. Dígoo moi en serio....O relato curto que ides ler é, sinxelamente, bo, moi bo. Desprende un río de sentimentos e sonos, entrelazados entre sí, sin saber moi ben onde empezan uns e onde acaban outros....
Deixoume sen palabras cando o lin por primeira vez, e tíveno que ler 2 veces máis. Unha redacción intimista e depurada, que xoga cos recursos literarios e que tenta recrearnos visualmente o pensamento dunha persoa que vive namorada de... Ve-lo Artigo completo....

Na lareira máxica non é regra publicar ARTIGOS anónimos. Esta vez vou facer unha excepción, porque a beleza deste relato merece que sexa tratado como artigo e non como un simple comentario. Dado que me gusta que os artigos vaian firmados co nome real ou cun seudónimo ou ficticio, permítinme a licencia a chamarlle a esta nosa amiga: A ESCRITORA MÁXICA. Agardo que non lle disguste o nome (pódocho cambiar sen ningún problema). Iso si, a vindeira vez (agardo que haxa moitas máis) pon un seudónimo que che guste en troques de por un simple "anónimo" que soa impersoal e falto de sentimentos, que nada ten que ver co artigo. Non sei quen eres, pero observo que algunha vez tes cometado algo na lareira polo que deixas entrever e pásache o que a min....

Por certo, aproveito este tema para pedirvos, aídna que non é obrigatorio como nos artigos, que cando fagades un comentario tamén poñades cando menos un seudónimo e non "anónimo". Nesta vida non hai ningúen anónimo. Tod@s somos alguén, con virtudes e con defectos.

Se premedes "Ve-lo artigo completo" poderedes ler o fermoso relato "Sonos bonitos e inconfensables". Non vos arrepentiredes. Iso si, tras remata-la súa lectura, por favor, opinade sobre o relato desta talentosa escritora anónima. ¿Que vos pareceu? ¿bo ou malo? ¿que vos fixo lembrar? ¿que lectura se pode entresacar?, etc, etc, pero opinade, que non hai nada máis duro que a indiferencia....

Por certo, ¿cómo continúa o relato "escritora máxica"?¿Terá continuación? Ti decides. E moitas gracias polo artigo!!!


SONOS BONITOS E INCONFESABLES

Hay sueños que son, sencillamente, inconfesables. Sueños bonitos e inconfesables, bonito título. Hoy no tengo ganas de dejar mi alma al desnudo, estoy un poco enfadada, con todos, con casi todos. Estoy un poquito cansada. No os merecéis que os lo cuente, la mayoría de vosotros nunca decís nada. Me pregunto el motivo.

En mi mente tengo un sueño de esos, de los que casi no nos atrevemos a contar, la primera imagen de mi sueño son cuatro pies que bailan descalzos sobre una alfombra peluda, suena una melodía lenta, instrumental. Los conozco, sé quienes son. Me sorprende el sueño, no el contenido, sino los protagonistas. No me imaginaba que pudiese suceder. Casi no recordaba esta habitación, esta gran alfombra beige a los pies de la cama. Conozco el sitio, es una suite de un hotel. Fue allí. La suite consto entonces 20.000 pesetas, fue un regalo. Hace años que no vamos. El hospital, ya se sabe.
Ocupa muchas horas la gestión de un hospital privado, mi marido hace su vida en él. Es su mundo, solo le importan los resultados. A veces, no le reconozco, es un completo desconocido que tiene fijada su residencia en casa. Mi marido jamás ha movido un pie, no le interesaba nada que no fuese el dinero. Aquella noche no bailamos, ni la primera vez ni las otras. Yo, entonces, le quería. Supongo que él no me quiso nunca.

En la suite del Gran Hotel baila una pareja descalza sobre una alfombra peluda, están muy enamorados. Por la mañana voy al despacho, hoy tenemos que presentar un proyecto muy importante. Está todo preparado. La víspera le había dicho que se vistiera bien, nada de camisetas viejas ni pantalones gastados. Me ha hecho caso, se presenta impecable. Expone con entusiasmo y credibilidad. Está contento, una alegría contenida, bien disimulada. Hasta ahora no me había fijado en su altura. Es alto, andaluz con rasgos árabes innegables y sangre italiana, curiosa mezcla. Por la tarde le hago venir a mi despacho para revisar la agenda de la próxima semana. Casi sin darme cuenta le pregunto si le gusta bailar. “Quilla, soy de Sevilla”. Ahora, voy hacer como hacéis vosotros, ni una palabra. Os vais a quedar con la duda.
-----------------------------------------------------------------------------
RELATO REMITIDO POR: PILAR "A escritora máxica"
Debutante en A Lareira Máxica
-----------------------------------------------------------------------------