** Pontevedra: Ciudad de la cultura de la provincia
PONTEVEDRA. O Moucho
Colaborador de A Lareira Máxica

Pontevedra. Ciudad capital de nuestra provincia. Me desilusiona profundamente que una ciudad que quiere sobresalir por encima de las demás ciudades de la provincia, siga empeorando su imagen a pesar de los diversos gobernantes que la rigen o rigieron. Sobre todo en cuanto a la imagen que refleja al visitante que busca el apartado de cultura en esta ciudad. Me refiero en concreto al llamado Palacio de Congresos y exposiciones de la ciudad de Pontevedra, más conocido como Pazo da Cultura. Ya no voy a hablar de los infravalorados usos que se le da, sobre todo en lo correspondiente al auditorio. Tampoco voy a comentar el penoso gusto del arquitecto a la hora de construir en un recinto donde da la sensación de que se han desperdiciado metros y metros cuadrados que apenas tienen utilidad o de lo horrendo y feo que me parece la arquitectura del artista. No todos tenemos los mismos gustos. Para algunos es algo contemporáneo y moderno, para mi me parece un lugar aburrido, triste y poco atractivo.
Lo que me quiero centrar es en la hermosa vista que el visitante alcanza a ver cuando llega con su coche o a pie, junto este edificio. Cual fue mi sorpresa que en el aparcamiento comprendido en este complejo, muy cerca de la entrada principal del palacio de exposiciones y cercano a las escaleras que dan acceso al auditorio, ocupando toda una amplia zona de aparcamientos, te encuentras con al menos, 8 coches perfectamente aparcados, pero que demuestran que han sido abandonados por los propietarios y autoridades. Parabrisas rotos, falta de ruedas, ventanillas destrozadas,… Toda una chatarrería de coches que al estar situados en un complejo cultural que pretende ser de relevancia para la ciudad dan una penosa imagen como la que veis en las imágenes que os aporto. ¿Es esa la imagen que quiere dar la ciudad de Pontevedra al visitante?
Y eso no es todo. Al otro lado del recinto, existe un amplio aparcamiento en el cual han decidido instalar los botellones de la gente joven, provocando otro tipo de daños. El aparcamiento aparece entre baldosas y baldosas cubiertas de trozos de vidrio o cristales, efecto del botellón, lo que representa un peligro para los neumáticos de los coches o para cualquier persona que por cualquier motivo tenga la desgracia de caer al suelo. Además en la fachada sur del recinto de exposiciones las largas cristaleras están llenas de pintadas y grafitis de dudoso gusto. Alguien muy inteligente debió de proponer colocar unas lonas en el interior del edificio para que non se viesen las pintadas desde el interior. ¡Menuda idea! En vez de limpiar las pintadas, mejor taparlas al público visitante. Debe ser que es mas barato. En fin, que no me parece que Pontevedra esté a la altura para presumir de cultura. Y ya no me meto con otros lugares como el llamado illa das esculturas, que suele no tener ningún tipo de mantenimiento. Pero eso es otra historia. ¿De que sirve gastar millones en edificios que son para el enriquecimiento publico de la gente, si los llenamos de coches abandonados, pintadas, cristales rotos,…? Pensemos un poco en estas cosas.







