** El portero del prostíbulo
Este es un relato de un médico psiquiatra argentino llamado Jorge Bucay. Es uno de los cuentos de su libro “Déjame que te cuente. . .”, que os recomiendo que compréis. El relato aunque ficticio, esta inspirado en muchos casos reales, que no suelen salir a la luz publica. Espero que os guste como me ha gustado a mí.
EL PORTERO DEL PROSTIBULO
No había en aquel pueblo un oficio peor visto y peor pagado que el de portero del prostíbulo. . . Pero, ¿qué otra cosa podía hacer aquel hombre?
De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio. En realidad, era su puesto porque su padre había sido portero de ese prostíbulo antes que él, y antes que él, el padre de su padre.
Durante décadas, el prostíbulo había pasado de padres a hijos y la portería también.
Un día, el viejo propietario murió y un joven con inquietudes, creativo y emprendedor, se hizo cargo del prostíbulo. El joven decidió modernizar el negocio.
Modificó las habitaciones y después citó al personal para darles nuevas instrucciones.
Al portero le dijo “A partir de hoy, usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un informe semanal. Allí anotará la cantidad de parejas que entran cada día. A una de cada cinco, les preguntará cómo fueron atendidas y qué corregirían del lugar. Y una vez por semana, me presentará ese informe cono los comentarios que usted crea convenientes.”
El hombre tembló. Nunca le había faltado predisposición para trabajar, pero. . .
- Me encantaría satisfacerle, señor – balbuceó-, pero yo. . . no se leer ni escribir.
- ¡Ah! ¡Cuánto lo siento! Como usted comprenderá, yo no puedo pagar a otra persona para que haga esto y tampoco puedo esperar a que usted aprenda a escribir, por lo tanto. . .
- Pero, señor, usted no me puede despedir. He trabajado en esto toda mi vida, al igual que mi padre y mi abuelo. . .
No lo dejó terminar.
- Mire, yo lo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Lógicamente le daremos una indemnización, es decir, una cantidad de dinero para que pueda subsistir hasta que encuentre otro trabajo. Así que lo siento. Que tenga suerte.
Y sin más, dio media vuelta y se fue.
El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. Llegó a su casa, desocupado por primera vez en su vida. ¿Qué podía hacer?
RELATO ENVIADO POR: O Moucho
Colaborador de A Lareira Máxica
4 comentarios feitos. Deixa o teu!!!!! :
Encántame Jorge Bucay e este libro que nos recomendades en especial.
O certo é que a todo o mundo que llo prestei quedou encantado. E non me extraña, porque ademáis de ser moi faciliño de ler porque ó seren historias cortas podes retomar a súa lectura en calquera sitio e lugar, as ensinanzas que se desprenden son moitas e moi sabias.
A necesidade agudiza o inxenio. Un conto moi apropiado para os tempos que corren.
A min tamén me encanta Jorge Bucay. E esta historia está moi ben, como moitas outras súas. E axudan a reflexionar.
Un saúdo, Moucho
Carpe Diem
Coincido con ambos, con María e Julio, encántame Jorge Bucay, os contos teñen moi bos mensaxes. Tamén me gustan os seus libros de temas concretos, nos que sempre engade algún relato , pero recoñezo que algún cústame máis leelo.
Sen embargo os seus relatos encántanme.
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