sábado, 3 de decembro de 2011

** Esta semana


SANTIAGO DE COMPOSTELA. Alvariño



Hay personas que piensan que la vida de la gente corriente es aburrida. Yo pienso lo contrario. Es más, pienso que cada uno de nosotros es dueño y protagonista de una historia digna de ser novelada.

Yo soy de los que tengo cosas que contar. Cosas que me suceden a mi, y que, casualidades de la vida, también les pasan a millones de personas. Es lo que tienen las vidas de las personas de a pie, que todas son completamente diferentes y, al mismo tiempo, muy parecidas.

Esta semana empezó mal, muy mal. A un familiar mío le dio un “jamacuco”. El próximo lunes tenemos cita con el neurólogo, parece ser que estamos ante un problema serio que está dando sus primeras señales de alarma. El caso es que llevamos un año de consulta en consulta: médico de familia, más médico de familia, analítica, hospital-vascular, médico de familia, hospital- reumatólogo, nuevas analíticas, radiografías, médico de familia,...

Al final, hemos perdido un año, que se dice pronto. Un año en el que, a lo mejor, podrían haberle recetado algún tratamiento.
Esta semana, de espera, de estar pendiente, también he tenido tiempo de trastear con el facebook. Conclusión: si me atraía poco cuando apenas lo conocía, ahora que he comprobado su funcionamiento, me atrae menos. No me ha gustado el invento. ¿Razones? Varias.

Una, he visitado los perfiles de algunas personas que conozco y me he encontrado relaciones que me han sorprendido bastante. Amigo es una palabra muy grande.
Dos, hay que clasificar a la gente forzosamente. Para mucha gente resultará fácil. Para mi no lo es, porque la experiencia algo me ha enseñado. He visto como, en momentos difíciles, personas con las que en realidad tenía poca relación, han tenido para mi palabras o gestos que me han llegado muy adentro. Y eso, cuando sucede, no se olvida.

Otras, a las que sí tenía por personas cercanas, de las que sí esperaba una palabra de aliento o un abrazo, me han demostrado lo que en realidad son, egoístas incapaces de empatizar con nadie. Y con esto quiero decir que los verdaderos sentimientos de la gente solo afloran en los momentos críticos. Conclusión, yo puedo clasificar a posteriori, a priori me resulta muy difícil.
Tres, la privacidad. Aunque se ponga especial interés en este tema, siempre es difícil de controlar.

Voy a conservar la cuenta, porque es la puerta de acceso a una serie de contenidos y posibilidades, pero no le voy a dar mucho uso a nivel personal.
Y finalmente, para terminar, deciros que esta tarde, un tío mío, presenta su primer libro. Poesía, casi nada. Su libro, sus poemas, son el testimonio de que él que quiere, puede. Muchas veces, somos nosotros mismos nuestros peores enemigos. Afortunadamente, en este mundo, cada vez hay menos barreras. Sigue habiendo muchas zancadillas en este camino lleno de baches que es la vida, pero, con todo, estos tiempos son mejores, mucho mejores.


4 comentarios feitos. Deixa o teu!!!!! :

Julio Torres dixo...

Vaia, síntoo moito Alvariño. Espero que todo mellore.

No tocante ó de facebook estou dacordo. Faime gracia esa xente que ten mil e pico de amigos, parece que quere ter un millón de amigos como di Roberto Carlos na súa canción. Pero en realidade ¿se acontece algo moi malo, cantas persoas deses centos ou miles van estar ó teu lado?

Un servidor non é partidario de dar de alta á lixeira amig@s no facebook. E, a pesar desa importante criba que realizo, so unha terceira parte demostran con creces selo.

Ter amig@s por tel@s non. A amistad hai que cultivala para que siga estando aí. De aí que esa xente que teño no face pero que o tempo se encarga de demostrar que está aí pero non se manifesta, acabo por ir borrándoa. Estar por estar....

O face está ben, sí, pero o contacto real é o máis importante. O face pode axudar cando hai xente que está lonxe, pero non debe ser a única forma de contacto permanente. Cómpre estar in situ cos e coas amigas. Non é o mesmo lerse que falarse en persoa.

Moitas gracias polo teu artigo, Alvariño. Espero que todo mellore. Seguro que será así. Para o que sexa aquí me tés, amigo.

Alvariño dixo...

Gracias Julio, eu tamén te teño por un amigo de verdade. O do face non está mal, a priori. O que pasa é que no mundo hai moita hipocresia.
Teño que mandarche algún dos poemas de meu tío para que o publiques na Lareira, é un tipo con moita sensibilidade.

O Moucho dixo...

Vaia. Vexo que o de escribir con arte veche de familia. ¿Non pensas ti emular o teu tio? Daseche ben
En canto a problemas de saude, comprendote moi ben. As veces diagnosticar certas enfermedades dexenerativas non resulta doado, e claro, non somos os unicos que sufren estas consecuencias. As cousas de Palacio van despacio. Paciencia e adiante. Mandocho meu apoio dende a miña terra.

Alvariño dixo...

¡Gracias Moucho!